Apegos y lealtad a la Madre
Cómo transitar el apego de lealtad a la madre es un proceso profundo y sensible que requiere autoconocimiento, comprensión y paciencia. A continuación, te presentamos algunas estrategias que pueden ayudarte en este proceso:
El sentimiento de excesivo rechazo o validación por parte de la madre genera una polaridad emocional que desemboca en una necesidad de querer experimentar más intensamente la vida o sentirse vivo y por otro lado esto también puede crear un sentimiento de vacío si no hay una idea clara de la dirección de la propia identidad porque ésta depende una vez más de la visión de la madre. Este sentimiento de pérdida de un apego sólido no permite por sí solo un fuerte apoyo emocional, lo que puede generar un vacío a veces insoportable que proporciona una falta de sentido a la vida.
Para salir de este sentimiento es importante disociar lo que es mío y lo que es de la madre. En definitiva, salir de la dependencia emocional de adulto que el niño no pudo elegir en su tiempo.
1. Reconocer el apego y la lealtad: El primer paso es reconocer cómo este vínculo de lealtad influye en tu vida, tus decisiones y tus emociones. ¿Hasta qué punto siente que vive de acuerdo con las expectativas, valores o deseos de su madre en lugar de los suyos propios?
2. Establece tus propios valores y metas: Haz una introspección sobre lo que realmente valoras y deseas en la vida, independientemente de los deseos o expectativas de los padres o del desinterés de los padres. Escribe un diario o medita en él para ganar claridad.
3. Trabaja tu autoestima y amor propio: En ocasiones la lealtad hacia tu madre se asocia con el deseo de aprobación o el miedo al rechazo. Cultivar la autoestima significa reenfocarse en lo que puede ayudar a mejorar quién es usted, ya sea que cumpla o no con las expectativas de su familia.
4. Desarrolla compasión por tu madre: A menudo, el apego leal se basa en la historia de tu madre, sus propias experiencias y sus limitaciones. Comprender sus vidas sin juzgarlos puede ayudarte a liberarte de expectativas y hacer que el proceso de separación sea más amoroso y menos conflictivo. Ser capaz de reconocer este camino interno de la madre permite disociar el apego y su lealtad absoluta a la madre, separando así en la medida de lo posible lo que pertenece a las creencias de la madre de mi propia realidad.
5. Fomentar la independencia emocional: practicar la escucha de las emociones sin necesidad de buscar la aprobación o el consuelo de la madre o de quienes la rodean para validar su presencia o tomar una decisión. Esto debe incluir una aceptación de la propia historia desde el principio y luego una separación progresiva de la referencia de la madre como expectativa de validación, para que uno pueda validar su manera autónoma de experimentar estas elecciones y sus emociones.
6. Desarrolla tu sentido de identidad: Saber quién eres fuera de los roles familiares es fundamental. Este proceso puede incluir descubrir sus propios gustos, explorar nuevos intereses y mantener relaciones con personas fuera de la relación madre-hijo.
7. Terapia o apoyo psicológico: La ayuda de un terapeuta puede ser fundamental en este tipo de procesos, especialmente si el vínculo emocional con la madre es fuerte. Un profesional puede ayudarte a trabajar los aspectos inconscientes de esta fidelización y desarrollar herramientas para adquirir una mayor independencia emocional.
Comments